Las culturas ya se pueden ver bastante entremezcladas en la ciudad de Melilla, pero nada más llegar al paso fronterizo se percibe el ambiente más caótico al otro lado de la valla. Comienzan a verse los ciclomotores con más de dos pasajeros y los vehículos que dudosamente pasarían la ITV en España, animales en la calzada, carretetas tiradas por mulas, mezquitas por todas partes... Se acercan varios hombres ofreciendo su ayuda y entregándonos un papelito blanco que hay que rellenar y entregar junto al pasaporte en la garita. El trámite para los vehículos es un galimatías llevado a cabo entre policías y gorrillas que ayudan y agobian al mismo tiempo. Tras casi dos horas entre la cola de pasaportes y el galimatías de firmas que requiere el documento que te entregan para poder pasar los vehículos, por fin comienza el recorrido en tierras rifeñas. Cambiamos dinero en el primer banco que vemos y compramos las primeras barras del rico pan marroquí.
miércoles, 15 de abril de 2015
MARRUECOS ORIENTAL
Las culturas ya se pueden ver bastante entremezcladas en la ciudad de Melilla, pero nada más llegar al paso fronterizo se percibe el ambiente más caótico al otro lado de la valla. Comienzan a verse los ciclomotores con más de dos pasajeros y los vehículos que dudosamente pasarían la ITV en España, animales en la calzada, carretetas tiradas por mulas, mezquitas por todas partes... Se acercan varios hombres ofreciendo su ayuda y entregándonos un papelito blanco que hay que rellenar y entregar junto al pasaporte en la garita. El trámite para los vehículos es un galimatías llevado a cabo entre policías y gorrillas que ayudan y agobian al mismo tiempo. Tras casi dos horas entre la cola de pasaportes y el galimatías de firmas que requiere el documento que te entregan para poder pasar los vehículos, por fin comienza el recorrido en tierras rifeñas. Cambiamos dinero en el primer banco que vemos y compramos las primeras barras del rico pan marroquí.
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Antonio, da gusto viajar con gente como tu, porque a pesar de ser muy joven te impregnas de lo que yo siempre he considerado esencial en el "buen viajero", que además dista mucho del común "turista". Para ti la luz, el color, el olor del aire, la mirada y la sonrisa de la gente, unidos a la grandiosidad del paisaje y de la fauna, son las capas que viaje a viaje se irán superponiendo y te darán ese caché diferente que te desliga de las prisas, el marketing y de los viajes enlatados...ánimo amigo y sigue disfrutando del viaje como yo suelo decir "...al prepararlo, al realizarlo y como no al contarlo". Me gusta mucho tu blog, y como has iniciado el relato de esta bellas experiencia viajera llevada a cabo el pasado mes de enero en tierras marroquíes.
ResponderEliminarMuchas gracias Tomás por tu comentario, espero poder compartir otra aventura contigo algún día e impregnarme de tu dilatada experiencia y tu compañía, Insha'Allah ¡¡¡
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